De las dificultades que
tuvieron los primeros exploradores para penetrar en las tierras interiores de
Venezuela ha quedado amplia constancia en las cronicas de las expediciones; en
general iban a la busqueda de riquezas minerales. Eugenio de Alvarado, cronista
de la primera expedicion cientifica de 1750, se lamenta en estos terminos: “Cuando
transite de la Guayana al Hato procure huir de los aguaceros, pero como éstos
en el pais son improvistos, tanto vienen de dia como de noche, a mas que los
caminos son tales que ni con buena luna se puede andar, y asi me remiti a la
providencia procurando por mi arruinada salud lo que buenamenre permitia mi
destino”. Y mas tarde agrega “si la Provincia de Guayana es abundante en minas,
quedense por mi dictamen sus tesoros en las entrañas de la tierra, y ojalá los
siete planetas pudieran resucitarnos tantos millares de españoles que han
perecido por encontrar sus riquezas”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario